La sesión especial convocada por el arco opositor en la Legislatura de Córdoba para tratar el proyecto de "Ficha Limpia", no prosperó este martes tras la decisión de la bancada oficialista de no dar quórum.

Los 51 legisladores de Hacemos por Córdoba directamente no se presentaron en el recinto ni tampoco se conectaron a la sesión habilitada por el vicegobernador Manuel Calvo a instancias del pedido de los bloques de la UCR, Juntos por el Cambio, la Coalición Cívica -ARI y Encuentro Vecinal.

Pretendían tratar allí la iniciativa que prohíbe que "personas con condenas, firmes o no, por delitos de corrupción, contra la vida, la libertad, la identidad y la integridad sexual, tengan acceso a cargos electivos, partidarios o de función pública".

Se trata de un proyecto surgido de una movida ciudadana que comenzó hace dos años a través de la plataforma Change.org y que a la fecha cuenta con más de 368.000 firmas.

El presidente de la bancada mayoritaria, Francisco Fortuna, justificó la postura señalando que el proyecto "no exige la premura de tratamiento que los bloques autores pretenden imprimirle" y que la modificación del Código Electoral de la provincia de Córdoba, en todo caso, sería de aplicación recién para en las elecciones generales del ´23.

El kirchnerismo bloqueó la ley que prohíbe candidatos condenados por corrupción

Fortuna, acusó además a la oposición de interesarse sólo por "temas de especulación y oportunidad política". "Estamos convencidos que concurrir a la sesión especial convocada, para tratar el tema propuesto, es propinarle una afrenta, una burla a los cordobeses, que por hoy están esforzándose para subsistir y superarse los aspectos esenciales de la vida cotidiana, familiar, laboral, comercial, profesional, estudiantil, etc, etc", dijo el también ex ministro de Salud de Schiretti.

Sin embargo, la decisión de vaciar la sesión especial además de provocar la reacción de la oposición, también hizo ruido hacia dentro del propio oficialismo. Allí conviven schiarettistas, albertistas y aliados de los partidos FE, GEN y PS. Internamente no todos estaban de acuerdo con bloquear el tratamiento de un proyecto que surgido de la ciudadanía, ni tampoco a todos les cayó bien la idea de que Calvo quede como "el policía bueno".

El vicegobernador de Córdoba, Manuel Calvo.

Córdoba

Por su lado, desde el radicalismo, que a nivel nacional impulsó un proyecto similar a través de la diputada Brenda Austin, emparentaron al oficialismo cordobés con el kirchnerismo. El legislador Marcelo Cossar dijo que "son lo mismo" y que mientras el Frente de Todos "busca la reforma judicial para lograr impunidad, los legisladores de Schiaretti dicen que aprobar leyes contra la corrupción no es prioridad en Córdoba". 

En tanto, desde el resto de los bloques que esperaban tratar el asunto en la sesión del martes, manifestaron su preocupación "por el serio precedente que significa para la calidad de nuestras instituciones y la credibilidad de la ciudadanía vaciar el normal desarrollo de una sesión previamente convocada con la excusa de que el tema no forma parte del interés de la sociedad cordobesa". 

En el Congreso nacional Cambiemos también había fallado con este proyecto, que el kirchnerismo impidió en noviembre de 2019, un mes antes de la salida de Mauricio Macri de la Rosada. En 2020, Cambiemos volvió a la carga con proyectos presentados por la UCR y el PRO en enero y en marzo, pero el oficialismo impidió que se trataran.  

Repudiaron la jugada del oficialismo, entre otros, los legisladores radicales Benigno RIns, Verónica Garade Panetta, Marisa Carrillo, Dante Rossi, además de Cossar. Por el lado de Cambiemos, los parlamentarios Raúl Recalde, María Elisa Caffaratti, Juan Jure, Daniela Gudiño, Silvia Paleo, Darío Capitani, Alberto Ambrosio, Jacqueline Ronge; del lado de Encuentro Vecinal, Aurelio García Elorrio y María Rosa Marcone; y Cecilia Irazuzta por el espacio de Elisa Carrió en Córdoba.